Plan Patagonia Verde 2.0: una oportunidad que debe corregirse para integrar realmente a Chaitén
Por: Juan Alvarado Torres Concejal de la comuna de Chaitén (Independiente)
El pasado 27 de octubre de 2025 se realizó, en el Concejo Municipal de Chaitén, la presentación oficial del denominado Plan Patagonia Verde 2.0. Este instrumento, que forma parte de la política de zonas extremas del Estado de Chile, proyecta la inversión pública en nuestro territorio por un período de diez años, una vez finalice su proceso de aprobación.
Actualmente, el plan ya cuenta con el visto bueno del Consejo Regional de Los Lagos y se encuentra en revisión por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), para luego ser evaluado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), donde se definirá su financiamiento. Estamos, por tanto, frente a una herramienta estratégica que definirá el desarrollo de nuestra comuna por más de una década. Precisamente por esa razón, considero fundamental que este plan no solo sea conocido por las autoridades, sino también por las comunidades. Debe existir un espacio real para realizar observaciones que permitan corregir asimetrías territoriales históricas que hoy persisten en Chaitén.
Una comuna diversa que requiere conectividad integral
Chaitén es una comuna extensa y territorialmente compleja. Convivimos con realidades muy distintas entre el territorio peninsular, el sector costero continental, el sector cordillerano y el Archipiélago Desertores. Por ello, cualquier política de desarrollo efectiva debe basarse en una visión de conectividad integral, que permita a estos territorios interactuar y desarrollarse de manera equilibrada.
En términos generales, el Plan Patagonia Verde 2.0 presenta una línea de desarrollo clara para ciertos sectores. En el área peninsular se proyecta mayor conectividad terrestre e infraestructura portuaria, mientras que en el sector cordillerano el foco está en la Ruta 7 – Carretera Austral. Sin embargo, esa misma claridad se diluye al analizar lo que el plan propone para nuestras islas y el sector costero.
Archipiélago Desertores: rampas sí, pero caminos no
Uno de los puntos de mayor preocupación es el Archipiélago Desertores, compuesto por las islas Chulín, Chuit, Imerquiña, Nayahué, Autení y Talcán. Aunque el plan contempla la construcción de rampas —una iniciativa necesaria que valoro—, es importante señalar que las rampas por sí solas no bastan.
Hoy, ninguna de estas islas cuenta con caminos públicos enrolados por el Ministerio de Obras Públicas. Esta carencia impide, por ejemplo, ejecutar proyectos de Agua Potable Rural (APR). Un caso crítico es Isla Chuit, donde a pesar de contar con un pozo profundo, no se pudo diseñar la red de APR porque los caminos no son considerados públicos. Como resultado, cada verano se debe contratar una lancha para distribuir agua, una solución precaria que no podemos normalizar.
Por esto, el pasado 7 de noviembre oficié a la consejera regional Catalina Saavedra, solicitando acciones para incorporar estudios y ejecución de caminos públicos para las seis islas. Estos caminos son la base mínima para cualquier desarrollo futuro.
Un avance concreto: el camino de Isla Talcán
A raíz de estas gestiones, se logró un avance importante: el camino de Isla Talcán fue incorporado a la cartera de proyectos del Plan Patagonia Verde 2.0. Agradezco sinceramente la voluntad de don Jorge Loncomilla, Director Regional de Vialidad de Los Lagos, quien ha demostrado un compromiso real con nuestras comunidades. El proyecto considera una inversión aproximada de 1.400 millones de pesos solo en su etapa de diseño. Este logro debe ser el punto de partida para soluciones similares en el resto del archipiélago.
Observaciones desde el sector costero
En el sector costero, las comunidades organizadas también han levantado observaciones. Se cuestiona, por ejemplo, un camino proyectado entre Chaingo de Loyola y Caleta Gonzalo que no parece justificarse territorialmente. Lo que realmente se requiere en Chaingo es dar continuidad a la Ruta W-807, ejecutando unos tres kilómetros adicionales y un puente sobre el río Chaingo. Esta intervención, técnica y financieramente viable, sacaría al sector del aislamiento de forma eficiente.
Asimismo, el plan propone mejorar solo una de las tres rampas existentes (Loyola, Chumaldén o Casa de Pesca), pidiendo a la comunidad que elija. Esta lógica es errónea: las tres infraestructuras son estratégicas y deben ser atendidas.
En contraste, destaco la reciente licitación del Puente definitivo del Río Aquellás, con una inversión de más de 6.000 millones de pesos, un compromiso cumplido por Vialidad que fortalecerá la conectividad entre la Ruta W-807 y la Ruta 7.
Informar para incidir
Como concejal, junto a mis colegas Ricardo Barrientos y Soledad López, estamos trabajando para informar a la comunidad sobre el contenido real de este plan. Una presentación en el Concejo no basta para una comuna tan dispersa.
Durante el próximo año recorreremos los sectores de Chaitén para realizar reuniones abiertas. El objetivo es que las propias comunidades puedan proponer e incidir en los ajustes de esta planificación a diez años. El Plan Patagonia Verde 2.0 es una oportunidad, pero para que sea real, debe construirse con una mirada territorial justa, donde ningún habitante quede nuevamente al margen.
